Imposibles.
Ella me cortó las alas y dijo: “Vuela”. Rompió mis huesos y dijo: “Ven”. Tapó mis ojos y me dijo: “Mírame”. Me atragantó con promesas y dijo: “Diles”. Me rajó los labios y dijo: “Estás tan guapa cuando sonríes…”. Me arañó la espalda y dijo: “Llévame”. Se perdió en mis muslos y me dijo: “No grites”. Enloqueció mi reloj y dijo: “No tardes”. Hizo a mi brújula perder el sur y me dijo: “Baja”. Mordió mis pies y me dijo: “Baila para mí”. Embriagó mis oídos con boleros y me dijo: “Nunca escuchas”. Me cortó los dedos y dijo: “Hazme temblar”. Me cosió la lengua y dijo: “Uno de Neruda”. Me apagó la voz y dijo: “Más fuerte”. Ella me vestía de imposibles e invitaba a mi espejo a no mirarme. Llenó mi papel de versos frustrados y mi memoria de su nombre. Y me dijo: "Ahora, bórrame".